El masaje perineal regular hacia el final del embarazo puede reducir el riesgo de desgarre

El masaje perineal es una práctica utilizada en el embarazo tardío para preparar el perineo para el parto, estirando el área entre la vagina y el ano para reducir el riesgo de desgarre o episiotomía. A partir de alrededor de las 34 semanas, una persona puede masajear suavemente el perineo con un lubricante, usando sus dedos para estirar y masajear el área para acostumbrarse a la sensación. Esta práctica a menudo es beneficiosa para las primerizas, puede ser realizada por la pareja.

De 35 a 36 semanas de gestación, hay una hormona relaxina que ayuda a hacer que todo el tejido conectivo sea elástico y ayuda en el parto. El masaje perineal durante el embarazo tardío puede fomentar la elasticidad y reducir el riesgo de desgarro durante el parto. El perineo es el área entre la abertura vaginal y el ano. Algunas embarazadas eligen usar el masaje perineal como una forma de reducir su riesgo de trauma perineal durante el parto. También ayuda a acostumbrar a la embarazada a la sensación de estiramiento que sentirá cuando nazca la cabeza del bebé.

El masaje perineal regular hacia el final del embarazo puede reducir el riesgo de desgarre en las primerizas. Los beneficios de un masaje perineal también son significativos en personas mayores de 30 años que no han dado a luz anteriormente. El masaje perineal regular durante el embarazo posterior puede reducir el riesgo de trauma perineal que requirió puntos de sutura en algunas primerizas.

En general, se recomienda realizar el masaje 2-4 veces a la semana si la embarazada se siente cómoda. Sin embargo, los masajes perineales deben evitarse si hay una infección vaginal, herpes llaga o afecciones vaginales/vulvales.

Cómo realizar un masaje perineal

Cuándo empezar: Alrededor de 34 semanas de embarazo.

Con qué frecuencia: Diariamente o algunas veces a la semana.

Lubricar: Use un aceite natural como el aceite de almendra o de vitamina E para reducir la fricción.

Posición: Siéntase cómoda, recostánfose, sentándose o de pie con un pie elevado en un baño o ducha. El calor puede relajar los músculos.

Masaje: Encuentra un lugar tranquilo y privado para recostarte. Usa almohadas para apoyar tu espalda de forma que estés en una posición semiacostada con las piernas abiertas. Es posible que te prefieras apagar las luces y poner algo de música relajante para que te sientas relajada. Inserte uno o dos dedos lubricados en la vagina, aproximadamente una o dos pulgadas de profundidad.

• Aplique una presión suave y constante hacia abajo y hacia afuera, hacia el perineo.

• Una vez que sienta una sensación de estiramiento, mantenga la presión durante unos 30 segundos a un minuto.

• Repita el proceso, barriendo de lado a lado.

Escucha a tu cuerpo: Debe ser una sensación de estiramiento o ardor, no aguda o dolorosa.

Precaución: Evite tocar el ano para reducir el riesgo de que las bacterias del área anal entren en la vagina. Evite ser demasiado vigorosa, ya que podría causar moretones o hinchazón en estos tejidos sensibles. Evite la presión sobre la uretra, ya que podría inducir irritación o infección.

Beneficios potenciales:

• Reducción del riesgo de desgarre perineal grave o la necesidad de una episiotomía.

• Mayor familiaridad con las sensaciones de estiramiento y presión del nacimiento.

• Reducción de la sensación de escozor a medida que la cabeza del bebé se corona.

• Menor necesidad de puntos de sutura después del nacimiento y potencialmente menos dolor posparto.

Solo 5 minutos de masaje perineal al día pueden producir beneficios:

El masaje perineal puede sentirse incómodo, incluso doloroso, al principio. Pero, cuanto más practiques, más fácil y cómodo será. Solo 5 minutos al día durante las últimas semanas de embarazo ayudarán a relajar y estirar tus tejidos perineales para ayudar a prevenir el traumatismo perineal o el desgarre durante el parto, y el dolor y la incomodidad durante los meses y años posteriores al nacimiento del bebé.

Manteniéndolo todo en perspectiva:

Hay que recordar que el objetivo de estas técnicas es REDUCIR el riesgo de desgarre durante el parto, y minimizar el riesgo de incurrir en un desgarre de mayor grado. A veces un desgarre es inevitable, y no significa que hayas hecho nada malo. Nuestros cuerpos también son notablemente buenos para sanar de desgarres perineales. De hecho, los desgarres espontáneos generalmente se curan mejor que las episiotomías.

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Mientras que el embarazo es un momento emocionante y alegre, cuando se nos va acercando la fecha probable de parto, a muchas esto le causa ansiedad. Sin embargo, con la orientación, la educación, y el apoyo adecuado, esas ansiedades pueden aliviarse. Es por esto por lo que las clases de parto son tan beneficiosas.

Se ha demostrado que la educación sobre el parto reduce el miedo y la ansiedad, a la vez que aumenta la confianza. Un estudio publicado por el American Journal of Obstetrics an Gynecology se mostró que el tomar clases de parto reduce los resultados adversos al parto, como la inducción fallida, y las cesáreas no planificadas. Se piensa que esto se debe al mayor conocimiento y las habilidades que se adquieren en las clases de parto.

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Recurso: Carmen Cabrer IBCLC, IYCFS, CLAAS

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