Si vas a viajar, y vas a transportar tu leche, primero debes considerar tu destino, y asegurarte que el medio de transporte cuenta con un refrigerador (como también espacio) donde tú puedas mantener la leche durante el viaje. Otra alternativa es comprar una nevera portátil bien insulada, donde
quepa toda la leche que vas a transportar; pero no tan grande que no te la permitan subir al medio de transporte. Muchas lactantes recomiendan las neveritas portátiles suaves, con bloques de hielo reusables, ya que ayudan a mantener la leche congelada por más tiempo.
Otras recomendaciones:
✅ Cubre el fondo de la nevera portátil con papel periódico
✅ Coloca la leche congelada sobre el papel periódico
✅ Haz bolitas de papel periódico y colócalos en los espacios vacios entre las leches, ya que eso ayuda que la leche se mantenga congelada
✅ Coloca más papel periódico sobre la leche, y encima, coloca los bloques de hielo congelados, ya que el aire frio baja,
manteniendo así la leche congelada
✅ No abras la nevera portátil hasta que llegues a tu destino
✅ Algunas recomiendan sellar la neverita con “duct tape”, para mejorar el vacio
✅ Algunos mencionan el hielo seco, pero este es difícil de conseguir. Pero si lo consigues, este mantiene la leche
congelada por varios días (no se debe colocar cerca de la leche, ya que puede perforar las bolsitas de leche).
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