Los pezones, al igual que los senos, vienen en diversidad en forma y tamaño, al igual que las otras partes del cuerpo. En cuanto a los pezones, algunos protuden, otros parecen planos, y otros se esconden hacia adentro. Para confirmar el tipo de pezón que una tiene, se recomienda hacer la “prueba de compresión” , que consiste en comprimir suavemente la areola, alrededor de una pulgada detrás del pezón. Si el pezón retrocede, y se forma un hoyuelo hacia adentro, se considera pezón invertido. Si el pezón no se pone erecto, se considera pezón plano.
En algunas situaciones, los pezones planos o invertidos pueden dificultar la lactancia. Sin embargo, con la ayuda de una consultora de lactancia IBCLC, u otro profesional de lactancia estos desafíos se pueden resolver, y lograr una lactancia exitosa. En caso de tener dificultad en que el bebé agarre el pecho, se recomienda extraerse la leche frecuentemente (al menos 12-15 veces en un periodo de 24 horas) para así crear y mantener la producción, de forma que haya suficiente leche disponible para cuando el bebé logre prenderse al pecho.
Por último, lo más importante es recordar que los bebés amamantan del pecho y no del pezón. Siempre que el agarre del bebé al pecho sea profundo, la mayoría de los tipos de pezón no causan problemas.
Lo más importante que debe recordar es que los bebés amamantan, no amamantan. Siempre que su bebé pueda tener una buena parte del seno en la boca, la mayoría de los tipos de pezones no causan problemas. Cuando su bebé se prende bien, su labio inferior está bien alejado de la base del pezón. Gran parte del área más oscura, o areola, estará en su boca. Las areolas pueden ser pequeñas o muy grandes. Tu bebé no tiene que llevarse toda la areola a la boca. Solo necesita suficiente para obtener un buen agarre profundo.
Si presenta problemas de lactancia, considere contratar los servicios de una consultora de lactancia IBCLC, que puede evaluar su lactancia, y ayudarle a superar cualquier contratiempo con el agarre del bebé al pecho.
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