Hidroterapia en la ducha como técnica de confort en el parto

El agua se ha utilizado durante mucho tiempo como una herramienta para ayudar con el confort general, además de hacer frente a los dolores del parto. Existen muchos beneficios de usar la ducha durante el trabajo de parto. Se puedes controlar el calor, y controlar la presión y la ubicación de donde quieres que llegue la corriente. Las duchas pueden ayudar a disminuir la tensión y aumentar la relajación muscular, además de reducir la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la ansiedad. La posición vertical de la ducha puede ayudar usando la gravedad. Algunas duchas tienen un banco para sentarse, como también se pueden usar varias posiciones para el trabajo de parto.

Tomar duchas calientes durante el parto puede ser una opción beneficiosa para aliviar el dolor y el confort general. Los estudios han demostrado que las duchas calientes pueden reducir el dolor, la ansiedad y mejorar la experiencia general del parto. Además, pueden ser una forma rentable y conveniente de manejar el dolor del parto, especialmente durante la primera etapa del parto. La ducha puede ayudar a superar las primeras etapas del parto y la transición. El agua tibia sobre el pecho puede aumentar la frecuencia y la fuerza de las contracciones.

Beneficios de las duchas calientes durante el parto:

Alivio del dolor: El agua tibia puede ayudar a relajar los músculos y reducir el dolor asociado con las contracciones.

Reducción de la ansiedad: El efecto calmante del agua tibia puede ayudar a calmar y relajar a la parturienta, reduciendo la ansiedad durante el parto.

Confort mejorado: Las duchas calientes pueden proporcionar una sensación de confirt y bienestar, haciendo que el proceso de parto sea más positivo.

Relajación mejorada: El calor y la flotabilidad del agua pueden promover la relajación y potencialmente mejorar la liberación de oxitocina, lo que puede ayudar en el progreso del parto.

Necesidad reducida de alivio farmacológico del dolor: Las duchas calientes pueden ser una alternativa no farmacológica a la medicación para el dolor, lo que permite a las personas controlar el dolor del parto de manera natural.

Fomenta los cambios de posición: Las duchas calientes pueden animar a las parturientas a moverse y cambiar de posición, lo que puede ayudar con la progresión del parto.

Consideraciones importantes:

Temperatura: Si bien las duchas calientes son beneficiosas, es importante evitar el agua excesivamente caliente, ya que potencialmente puede elevar la temperatura corporal central, lo que puede no ser seguro para el bebé.

Monitorización de la frecuencia cardíaca fetal: Si se usa la duchas caliente durante el parto, es crucial controlar la frecuencia cardíaca fetal para garantizar que el bebé no esté experimentando ninguna angustia o estrés.

Consulte con el proveedor de atención médica: Siempre es mejor consultar con su médico o partera para discutir el uso de duchas calientes durante el parto, y determinar si es apropiado para su situación específica.

En resumen, las duchas calientes pueden ser una herramienta valiosa para controlar el dolor del parto y promover una experiencia positiva de parto. Ofrecen un enfoque no farmacológico para el alivio del dolor, pueden mejorar la relajación y fomentar una posición cómoda durante el parto.

Hay duchas disponibles en cada sala de parto. Esta es una gran opción si estás trabajando hacia un parto no medicado. Sin embargo, no siempre se le da esta opción a las parturientas. Los hospitales no siempre permiten el uso sin restricciones de las duchas durante el parto debido a una combinación de preocupaciones sobre el riesgo de infección, posibles complicaciones y la necesidad de monitoreo continuo, especialmente durante la segunda etapa del parto. Si bien las duchas pueden aliviar el dolor, los hospitales pueden priorizar los protocolos de seguridad y monitoreo, lo que lleva a restricciones o limitaciones.

Las razones:

Riesgo de infección: El entorno de parto se mantiene cuidadosamente para la higiene, y el uso de una ducha puede introducir bacterias en el agua. Si bien los nacimientos en el agua no han mostrado un aumento significativo de la infección, persisten las preocupaciones, especialmente sobre los bebés que potencialmente inhalan agua contaminada.

Desafíos de monitoreo: Durante el trabajo de parto, especialmente en la segunda etapa (pujo), el monitoreo continuo del corazón fetal es crucial. El uso de una ducha puede dificultar el control de la frecuencia cardíaca fetal; y puede requerir el uso de un método de monitoreo intermitente menos preciso, que algunos obstetras/ginecólogos y administraciones hospitalarias prefieren evitar.

Complicaciones potenciales: En algunos casos, la inmersión en agua durante el trabajo de parto o el nacimiento podría conducir potencialmente a complicaciones, como el despegamiento del cordón umbilical o problemas con la regulación de la temperatura corporal del bebé.

Opciones para aliviar el dolor: Los hospitales pueden ofrecer alternativas a las duchas, como epidurales u otras técnicas de manejo del dolor, que no siempre son compatibles con la inmersión en agua.

Recursos limitados: En algunos hospitales, particularmente aquellos con un alto volumen de nacimientos, los recursos como las salas de parto y parto con instalaciones de baño o personal para supervisar la inmersión en el agua pueden ser limitados, lo que influye en la disponibilidad de duchas.

Ducha temprana frente a ducha tardía: Algunas investigaciones sugieren que la ducha durante la primera etapa del parto (dilatación) puede no ser óptima para todas las parturientas, ya que potencialmente podría ralentizar el parto.

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Mientras que el embarazo es un momento emocionante y alegre, cuando se nos va acercando la fecha probable de parto, a muchas esto le causa ansiedad. Sin embargo, con la orientación, la educación, y el apoyo adecuado, esas ansiedades pueden aliviarse. Es por esto por lo que las clases de parto son tan beneficiosas.

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Se ha demostrado que la educación sobre el parto reduce el miedo y la ansiedad, a la vez que aumenta la confianza. Un estudio publicado por el American Journal of Obstetrics an Gynecology se mostró que el tomar clases de parto reduce los resultados adversos al parto, como la inducción fallida, y las cesáreas no planificadas. Se piensa que esto se debe al mayor conocimiento y las habilidades que se adquieren en las clases de parto.

Las clases impartidas por el Centro Lacted tienen un mayor alcance, ya que cubren una mayor variedad de opciones disponibles tanto para la gestante como para su acompañante, enfocándose en una amplia gama de opciones en lugar de una simple visión sobre el parto, permitiéndole a la parturienta elegir lo que mejor satisfaga sus necesidades durante el trabajo de parto y parto.

Las clases combinan los diferentes metodos de parto tradicionales, como Lamaze, Bradley, Alexander e Hipnoparto.

Con las técnicas de Lamaze se le enseña a la gestante a utilizar técnicas de relajación y de respiración junto con la asistencia el acompañante para experimentar un parto más relajado.

Con las técnicas del metodo Bradley se hace hincapié en el ambiente especial durante el trabajo de parto—un ambiente calmado, sereno, cómodo.

Con las técnicas del método Alexander se le enseña que el dolor es algo totalmente normal y natural durante el trabajo de parto y se le enseña a la parturienta a utilizar posiciones y movimientos que ayudan a lidear con el dolor y facilitan el parto.

Por último, las técnicas de hipnoparto le enseñan a la gestante cómo utilizar la autohipnosis para reducir los malestares del parto, alcanzando el autocontrol y la relajación.

Recurso:  Carmen Cabrer IBCLC, IYCFS, CLAAS

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